Arranca una nueva campaña de frío, y los sorianos ponen a punto sus calderas, las salas de combustión de sus edificios, sus circuitos, solventan averías de última hora para hacer frente al nuevo gasto extra en calefacción. Y vuelve la preocupación por los precios. Al encarecimiento de la factura de la luz se suman los altos precios del gas y del gasóleo; en el primer caso ha aumentado un 14% desde abril y ya alcanza los 8,6 céntimos el kWh. En el caso del gasóleo, en los últimos 6 meses el incremento producido se fija en el 12% y el litro de gasóleo de calefacción está establecido ahora en 0,76 euros. La incertidumbre y la especulación de nuevo se dan de bruces con la estabilidad de las energías renovables, tanto en el precio como en la oferta y así lo están comprobando los usuarios de las Redes de Calor de la empresa soriana REBI.
Más del 8% del sueldo de la familia se dedica hoy por hoy al pago del combustible necesario en nuestro día a día, por ejemplo para calentar nuestras casas. Asumir subidas y bajadas de precio tan arbitrarias para el consumidor final significa que el presupuesto mensual varía en función de los mercados internacionales. Y no solo varía para las familias, sino también para las empresas que utilizan combustibles fósiles cuyos costes de producción se elevan.
Red de Calor con Biomasa: la alternativa al gas y gasoil en la calefacción de los hogares
Cada vez son más los consumidores que están decidiendo ser independientes de la esclavitud de los precios que marca la economía mundial. Las energías renovables ganan terreno gracias en primer lugar a la estabilidad económica que en concreto la energía térmica de biomasa ofrece; y, después, gracias a los beneficios de cuidado y protección medioambiental que genera.
La conciencia está cambiando igual que evoluciona la sociedad. La energía obtenida de la biomasa es la alternativa para calentar nuestros hogares, y también la alternativa que genera empleo estable y de calidad con contratos indefinidos y a largo plazo que conducen a la recuperación de población en las zonas rurales. Poner en valor la biomasa propia implica creación de puestos de trabajo, mantener población en zonas rurales afectadas por la despoblación y crear un tejido empresarial en torno a lo forestal. La conciencia cada vez es mayor.
Es el caso, por ejemplo, del gas mal llamado ‘natural’, que está compuesto principalmente de metano, un gas de efecto invernadero dañino. La Unión Europea han acordado recortar los niveles de metano en un 30% al final de la década. Un problema que afecta a la hora de que los ciudadanos dejen de consumir gas natural es precisamente su apellido ‘natural’, que se confunde a menudo con una energía renovable, limpia y verde. Los últimos estudios llevados a cabo por los profesionales de la bioeconomía indican que la palabra ‘natural’ influye en la percepción pública, mientras que si se le diera el nombre de gas metano, que es su principal componente, las decisiones sobre su utilización, cambiarían.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Mohamed Ahmed, ha sido contundente en una de sus últimas comparecencias al explicar que “inhalar aire contaminado incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias como neumonía, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, además de aumentar el riesgo de contraer formas graves de Covid-19, cáncer o importantes problemas cardíacos”. Añadió su deseo de que las nuevas medias que se están tomando en torno a la transición energética, “tengan grandes implicaciones en la salud pública y sean una herramienta práctica para mejorar la calidad del aire en todo el mundo”.
Respirar la polución tiene efectos en nuestra salud
La polución a base de unas partículas microscópicas es casi invisible. Y, sin embargo, se están revelando como muy dañinas. Las PM 2,5 son invisibles porque su grosor es 20 veces menor que el de un cabello humano. Una vez inhaladas pueden acceder a los alveolos pulmonares, donde se produce el intercambio de gases: de CO2 a oxígeno de la respiración humana. Una buena parte de las partículas que respira la población viene de la combustión de combustibles fósiles para obtener energía. El perjuicio es doble: los gases invernadero se asientan en la atmósfera y causan la crisis climática, pero los tóxicos liberados son respirados por los humanos lo que contribuye a las enfermedades cardiacas y respiratorias y acelera la muerte.
Recuperación de los humos industriales para generar energía térmica
Una Red de Calor es la única infraestructura que permite aprovechar los focos de calor existentes en cualquier ciudad reduciendo así las necesidades energéticas. Conseguir las centrales de calor más energéticamente eficientes del país es el objetivo de la empresa soriana REBI y para eso aprovecha el calor excedentario de las industrias que se sitúan en su mapa de actuación. Entienden que la energía residual o excedente de producción de una industria pesada en aplicaciones residenciales redunda en un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y el cuidado y respeto del medio ambiente por reducción de emisiones contaminantes.
No solo se aplica ya en la Red de Calor de Aranda de Duero y de Soria gracias a los convenios de colaboración con LOSÁN e INSOCA, sino que todas las redes que REBI tiene en proyecto incorporarán su experiencia y trabajo en investigación, desarrollo e innovación que permiten mejorar cada día sus centrales de producción de calor transformándolas en instalaciones altamente eficientes e inteligentes que hibridan la biomasa con todo tipo de energías renovables disponibles en el entorno de trabajo como la geotermia de profundidad, la aerotermia, o la solar térmica y solar fotovoltaica además de la eliminación de torres de refrigeración.
La Red de Calor con Biomasa hace más grande su proyecto
Ahora las viviendas con calefacción individual también pueden conectarse, eliminando la caldera de gas de su casa, mejorando el medioambiente y ahorrando en su factura. El equipo técnico de la Red de Calor atiende cualquier duda en sus oficinas de la calle Medinaceli o a través de la página web reddecalordesoria.es con el fin de extender en Soria una calefacción limpia, verde y renovable.